lunes, 21 de enero de 2008

Prometedoras promesas

Con el horizonte de las elecciones generales en la cabeza, nuestra clase política se despierta cada mañana con el "yo prometo" en la boca. Todo un clásico en las carreras electorales que parece no variar nunca el guión. De hecho, en una buena campaña electoral, de ésas que consiguen el ansiado voto de los indecisos, el político tiene que dejar de serlo para convertirse en prometedor.
Un buen prometedor conseguirá que en cada meeting electoral su promesa se convierta en titular. Empieza el baile del paraíso prometido.

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