
Con 25 millones de presupuesto, una minucia si se compara con otras películas del mismo género, Monstruoso ha batido el récord histórico de taquilla en un estreno con 28 millones de euros de recaudación. Cloverfield, así es su título original, ha desbancado a George Lucas y la primera trilogía de la edición especial de La Guerra de las Galaxias.
Una gran operación de marketing viral ha tenido la culpa de tan espectacular éxito. Todo empezó con un teaser que se ofrecía en el pase de Transformers. En él se anunciaba la destrucción de Nueva York por algo desconocido ante la imagen de la cabeza de La Estatua de la Libertad cayendo sobre una de las calles de la ciudad. Y al estilo de REC, grabado con una cámara de videoaficionado por uno de los protagonistas. Una fecha de estreno y poca más información. J.J. Abrams, cocreador de Perdidos, se responsabilizaba de una película sin actores conocidos. A partir de ahí, internet hizo el resto. Páginas web paralelas y videos en youtube alimentaron el ansia por saber que era aquéllo y estimularon la imaginación de los futuros espectadores para crear sus propias especulaciones. Blogs y foros se encargaron de transmitir y ordenar las propuestas, y el debate sobre la película se extendió de forma monstruosa.
Al final, lleno en las salas, taquillazo y muy poco cine. Una película sin más aportación que una gran campaña de comunicación a muy bajo coste.