¿Y si toca y yo no llevo?

Décimos, participaciones... todo vale. Llega la hora de la lotería de navidad. Nadie quiere quedarse sin el numerito que nos quite de pobres. Y como cada año se coleccionan números de aquellos lugares que han sufrido alguna desgracia porque parece ser que la suerte viajará hasta allí. También se buscan los números de administraciones de lotería que se han convertido en símbolos como la de Sort y, por supuesto, el dichoso número de la empresa. No vaya a ser que toque y mientras todos están abriendo el cava, tú te quedas con cara de pasmado porque no cogiste ni un décimo. Después, están los compromisos, la lotería del fútbol, la del bar donde desayunas, la de la vecina que su hija canta en un coro y te enchufa una participación de 3€ de los que 50 centimos van para la coral, la de la panadería que además regala una panera... El caso es que jugamos con ganas de que el 22 de diciembre un periodista nos pregunte: "¿Qué vas a hacer con el gordo?". Y poder responderle, "Poca cosa, tapar unos agujeritos" o "Todavía no lo sé, un viaje seguro".
En fin, un año más, buscamos en la lotería la suerte que creemos merecer. Pero hay algo que nunca falla, la de navidad siempre te toca. Aunque sea tocarte comprar otra vez el año que viene.